Arkaute, 6 mayo 2021. La pandemia de la Covid-19 afectó de manera mucho más profunda a los agricultores y agricultoras familiares, que se encuentran en la mayoría de los casos, entre la población más vulnerable. Sin embargo, los agricultores y las agricultoras familiares y sus organizaciones han estado en primera línea desde el inicio de la crisis de la Covid-19, asegurando el acceso de las personas consumidoras a alimentos saludables y de calidad, demostrando su enorme potencial para asegurar sistemas alimentarios inclusivos, equitativos y sostenibles y la base del desarrollo de los medios de vida.
El FRM junto al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) trabajaron en recoger la experiencia de los y las agricultores familiares en el diálogo político durante los últimos meses. Las conclusiones se pueden consultar en el informe “Covid-19, la agricultura familiar y el Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar (DNUAF): mejorar el diálogo político y apoyar a los agricultores familiares” (en castellano, inglés y francés). Este informe de síntesis incluye un análisis del impacto de la crisis de Covid-19 en la implementación y los procesos emergentes del Decenio (DNUAF) en 41 países junto con recomendaciones específicas para emplear los procesos del Decenio en fortalecer la agricultura familiar de los países.
El DNUAF es un proceso continuo de múltiples actores para empoderar al sector de la agricultura familiar apoyando su resiliencia, rentabilidad y su sostenibilidad, mientras siguen contribuyendo al desarrollo de sistemas alimentarios sostenibles. Los Comités Nacionales de Agricultura Familiar (CNAFs) desarrollan un papel central para implementar el Decenio a nivel nacional. Los CNAFs son plataformas de diálogo político multisectorial sobre la Agricultura Familiar iniciadas antes de 2014, en el marco del Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF 2014) y centradas en promover el desarrollo de políticas públicas a favor de la Agricultura Familiar. En la actualidad existen 45 CNAFs en África, Asia y el Pacífico, Europa, América Latina y el Caribe que reúnen a más de 1.570 organizaciones agrarias (OA), ONG, instituciones públicas, centros de investigación, agencias de cooperación, etc. Al menos 925 de sus miembros son organizaciones de agricultores y agricultoras.
Durante la crisis de Covid-19, los CNAFs y sus organizaciones de agricultores y agricultoras desempeñaron un papel estratégico a nivel nacional para recopilar información local, informar y compartirla con las autoridades locales, el gobierno nacional y sus ministerios: estado de la cosecha agrícola, problemas relacionados con la escasez o el elevado precio de los insumos, dificultades en el acceso al mercado, al transporte, a la información, etc. Fueron igualmente claves en la propuesta de respuestas ante estos y otros retos, en diálogo permanente con los gobiernos y otros actores, enfatizando la importancia de conectar las medidas a corto plazo con una visión estratégica sobre cómo mejorar la resiliencia de los sistemas alimentarios locales basados en la agricultura familiar.
Se debe aprovechar el enorme potencial de los CNAFs en los procesos de diálogo político para que se consoliden y puedan aumentar su representatividad y tengan el espacio adecuado que les proponer, debatir y acordar los marcos de políticas públicas, leyes, reglamentos y programas necesarios para fortalecer la agricultura familiar y abordar las desigualdades de los sistemas alimentarios.