Artículo de reflexión en el Día Mundial contra la Pobreza. En los países del Sur, la Pobreza y el Hambre son en gran parte consecuencia de la continuada desatención que los gobiernos hacia la agricultura en general, y en especial a los pequeños agricultores.
Un día como hoy, en el que se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, queda de nuevo constatado que la respuesta al hambre y la pobreza no va a venir necesariamente del incremento de la producción y de la superficie agraria cultivada, sino de la mano de una buena gobernanza; de mejorar la distribución (acceso a los alimentos); de reducir las pérdidas de cosechas y alimentos; de proteger las producciones locales; de mantener unos precios “justos”, etc. En definitiva, mediante el reconocimiento y la potenciación del rol que desempeñan los hombres y mujeres del campo.