El Foro Rural Mundial, junto a 7 de sus organizaciones regionales miembro de la agricultura familiar de África, Asia, América Latina y el Pacífico, y otros aliados clave, participan en un nuevo informe que desvela la financiación internacional del clima que se dirige a la agricultura familiar.
16 noviembre.- El reciente informe que ha sido realizado por Climate Focus y ha sido publicado por el Foro Rural Mundial arroja luz sobre la desigualdad que existe en la financiación destinada a abordar el cambio climático. A pesar de que las agricultoras y agricultores familiares producen un tercio de los alimentos mundiales, apenas el 0,3% de la financiación internacional contra el cambio climático se ha dirigido hacia ellos.
Junto al Foro Rural Mundial (FRM) las organizaciones de la agricultura familiar que participan en el informe son: Federación de Agricultores de África Oriental (EAFF), Foro de Pequeños Agricultores de África Oriental y Meridional (ESAFF), Plataforma Regional de Organizaciones de Agricultores de África Central (PROPAC), Unión de Agricultores del Magreb y Norte de África (UMNAGRI), Red de Organizaciones de Agricultores y Productores de África Occidental (ROPPA), Asociación de Agricultores Asiáticos para el Desarrollo Rural Sostenible (AFA), Red de Organizaciones de Agricultores de las Islas del Pacífico (PIFON), Confederación de Organizaciones de Productores Familiares del Gran Mercosur (COPROFAM) y Programa Diálogo Regional Rural (PDRR).
El análisis detallado, realizado por Climate Focus en colaboración con estas organizaciones, FFF y FFORA, desvela una situación alarmante: a pesar de su papel crucial en la seguridad alimentaria global, la mayoría de los agricultores y agricultoras familiares carecen de apoyo financiero adecuado para adaptarse a los desafíos climáticos.
Hakim Baliraine, Presidente de ESAFF y miembro del FRM, subrayó la urgencia de esta situación: “La crisis climática ha empujado al hambre a 122 millones de personas desde 2019. Invertir esta tendencia no será posible si los gobiernos siguen atando de pies y manos a millones de agricultoras y agricultoras familiares.”.
El informe detalla que el 80% de la financiación climática destinada al sector agroalimentario se canaliza a través de gobiernos receptores y ONG de países donantes. Esto crea barreras significativas para que las organizaciones de agricultura familiar accedan a estos fondos, debido a normativas de elegibilidad complejas y falta de información sobre cómo solicitar estos recursos.
Alberto Broch, presidente de la COPROFAM y Vicepresidente del FRM, enfatizó: “Nuestro mensaje a los gobiernos es claro: Existe un vasto conocimiento acumulado que es imperativo aprovechar. Más de 600 millones de explotaciones familiares ya están comprometidas en la construcción de sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes.”
Esther Penunia, Secretaria General de AFA y miembro del FRM, declaró: “Generaciones de experiencia en agricultura familiar y las últimas pruebas científicas nos dicen que trabajar con la naturaleza y empoderar a las comunidades locales es clave para salvaguardar la producción de alimentos en un clima cambiante. Es necesario un replanteamiento importante de la financiación de la lucha contra el cambio climático para apoyar estas soluciones climáticas probadas y comprobadas, con mucha más financiación dirigida a los agricultores y agricultoras familiares y a prácticas sostenibles como la agroecología.”
En efecto, en un contexto de dramático impacto de la crisis climática en los sistemas productivos de la agricultura familiar de muchos territorios, este informe resalta la necesidad de reorientar la financiación climática internacional para facilitar la transición de la agricultura familiar hacia prácticas agronómicas más sostenibles y agroecológicas, y para la superación de la vulnerabilidad de la agricultura familiar a los fenómenos meteorológicos extremos invirtiendo en los activos a los que puedan recurrir, mientras se fortalecen las políticas públicas específicas para la agricultura familiar.
El Foro Rural Mundial facilitará la participación de una delegación internacional de agricultores y agricultoras familiares en la próxima cumbre del clima, COP28, proponiendo un mayor protagonismo de la agricultura familiar en las negociaciones y fondos climáticos desde el reconociendo de su papel catalizador en la acción por el clima, la transformación de los sistemas alimentarios y la protección de la biodiversidad.
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